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Foto del Diario Montañés |
Bareyo tampoco se ha librado de la fuerza del mar. La peor parte se la ha llevado la Playa de Cuberris, en Ajo, donde las olas han arrancado de cuajo las pasarelas de hormigón que permiten el acceso a este arenal y han destrozado todo el mobiliario urbano, incluidos los baños públicos. Las duchas se encuentran llenas de piedras y ramaje, y el aparcamiento de la playa, además de tener farolas destrozadas y contenedores arrastrados, está cubierto por una capa de arena sobre la que circulan los coches. En la tarde de ayer fueron muchos los curiosos que se acercaron hasta el lugar para ver el estado del mar. Sobre las 17.00 horas, la Guardia Civil despejó la zona, como precaución por el creciente nivel del mar. El nivel de arena, según el alcalde de Bareyo, José de la Hoz, ha descendido en unos cuatro metros y el agua del mar ha llegado incluso hasta la zona de hoteles donde se han sufrido inundaciones y el camping. Tal ha sido su fuerza que ha arrastrado coches que había en el lugar y los ha introducido en las instalaciones del camping.
“Las inundaciones en la zona no son algo muy extraño, porque en la playa de Ajo el mar se encañona. Lo que pasa es que ahora como está reparado, con papeleras, farolas y bancos, los destrozos se notan más, pero siempre ha habido inundaciones. Hace 20 años el agua subió varios metros y llegó hasta donde se aparcaban antes los coches”, comenta un vecino de Ajo.