Un incendio ha calcinado a primera hora de esta mañana la casa parroquial de Güemes, en el municipio de Bareyo, destruyendo por completo la parte este del edificio. En la vivienda residían la sacristana con su marido, el hijo de ambos y la madre de ella que pudieron salir de la casa antes de desatarse las llamas.
El incendio, según ha explicado a este periódico el alcalde de Bareyo José de la Hoz, se ha producido en torno a las siete y media de la mañana y todo apunta a "un recalentamiento del tiro de la chimenea que ha prendido el falso techo".
El regidor destaca que, afortunadamente, no ha habido que lamentar "daños personales" ya que la familia que, al parecer ya estaba despierta en ese momento, "se percató de un crujido en el techo y de que empezaba a arder".
Los residentes intentaron en un principio apagar el incendio por ellos mismos pero al ver que "el fuego bajaba ya del desván para abajo y el que el techo se desprendía", procedieron a dar aviso al servicio de emergencias 112 y abandonaron la casa. El párroco de Güemes, Ernesto Bustio, que estuvo presente también en las labores de extinción explicó que "salieron perfectos y, en ningún momento, corrieron peligro".
Hasta el lugar de desplazaron de inmediato los bomberos de Santander que estuvieron hasta las once de la mañana apagando el fuego. A esa hora tomó el testigo una unidad del parque de Laredo que se quedó refrescando el lugar. En el operativo de extinción, ha participado dos dotaciones, una autobomba y una cuba, y nueve efectivos de los Bomberos de Santander, otra dotación del parque de Laredo, así como efectivos de la Guardia Civil.
La casa parroquial ha quedado inhabitable, llevándose la peor parte las habitaciones ubicas en la zona este. "Está destruido el 40% del edificio", ha apuntado el regidor. La familia, según detalló el párroco, ha sido realojada en una vivienda que les ha cedido un vecino de Güemes que la tenía vacía y amueblada.
El alcalde de Bareyo ha explicado que desde el Ayuntamiento se está trabajando para dar un acomodo a esta familia pero, actualmente, no disponen de ninguna vivienda habilitada. No obstante, el regidor se ha puesto en contacto con la Junta Vecinal de Ajo para ver si es posible rehabilitar las viviendas de los antiguos maestros del Campo Catalán ya que el terreno y la propiedad es de ellos. Igualmente, “esta misma mañana me he puesto en contacto con la Fundación Benedicto Ruiz, benefactor de Ajo, para ver si posible que nos hagan una donación para rehabilitar estas escuelas y que puedan vivir ahí.