

Se ha descubierto durante los trabajos de renovación del suelo que se están realizando.
Las obras de remodelación del suelo que se están llevando a cabo en la Iglesia de San Martín de Tours de Ajo (Municipio de Bareyo) han dejado al descubierto una antigua escalinata de piedra construida en los orígenes del templeo a finales del siglo XVII y principios del XVIII. El hallazgo se encontró el pasado mes de octubre cuando los operarios comenzaron a levantar el antiguo suelo de madera de la zona del prebisterio para su renovación. "Estaban buscando el punto donde se iban a conectar los cables para colocar el micrófono del altar cuando uno de los obreros se percató que debajo de la tierra había algo", explicó el párroco de Ajo, Jesús Garmilla, aún sorprendido. Para disipar todas las dudas, se realizó una pequeña excavación con una piqueta, quedando al descubierto entonces decenas de piedras labradas que formaron parte de una antigua escalinata, que se realizó al construirse el templo en sus orígenes.
Se cree que este conjunto de piedras se ocultó bajo tierra. haciendo de relleno, en otra actuación de restauración que se pudo acometer en la iglesia en torno al siglo XIX. "Probablemente entonces no se les dio el valor que tienen y las volcaron todas boca abajo como relleno y las taparon", señaló el párroco.
Nadie ha dado una fecha exacta de cuando se pudieron enterrar. Y es que, "ni los más mayores del pueblo recuerdan la existencia de estas piedras, ni tampoco el cronista oficial del municipio, Luis de Escallada, tiene constancia de la escalinita", apunta el cura.
Este descubrimiento histórico, del que se ha informado a la Consejería de Cultura y a los responsables de Patrimonio del obispado, ha obligado a modificar el proyecto inicial de remodelación del suelo que se sufraga con parte de la herencia que dejó el anterior párroco", el desaparecido Antonio Hernández Ovejero".
En principio, la idea era colocar en todo el templo un suelo de baldosa, pero el cura sostiene que "sería un delito dejar todas estas piedras labradas, trabajadas y de gran antigüedad otra vez enterradas, ya que son un resto arqueológico de alto valor histórico". "No sería justo ni moral porque forman parte del patrimonio de los pueblos", añadió.
Es por ello que los obreros encargados del proyecto procedieron a sacar todo el "puzle de piedras" encontradas y están dedicando actualmente todos sus esfuerzos en adecentarlas. "Han tenido que sacarlas una por una, limpiarlas, lavarlas, tratarlas con un ácido para que no les afecta la humedad, cortarlas y reconstruirlas dándoles a algunas nueva forma". Con todas ellas están armando la escalinata y se emplearán también para cubrir todo el suelo del prebisterio. El resto del templo será de baldosa como estaba previsto.
Este cambio, reconoce Garmilla, ha encarecido la obra, "triplicándose el presupuesto inicial", ya que los obreros están realizando un minucioso trabajo para recuperar todas las piedras y, por tanto, el proyecto se alargará más en el tiempo. Este inesperado gasto obligará a buscar nuevos fondos a sumar a los aportados por el fallecido párroco para hacer frente a la actuación. Con la herencia del párroco también se llevó a cabo el año pasado la reparación de la torre de la Iglesia de San Martín de Tours que se encontraba en un precario estado. Ambas obras, tanto la mejora de la torre como del suelo, son ejecutadas por una empresa de contrucción local.