
El trazado de la senda seguirá el perímetro de la finca ubicada en el Cabo de Ajo, el punto más septentrional de Cantabria, y contará con un vallado de seguridad a cinco metros de los acantilados.

Aunque la apertura fue anunciada, a bombo y platillo, para el día 15 de junio, el Ayuntamiento de Bareyo no ha cumplido su promesa y ha generado una imagen nefasta, puesto que han sido decenas las personas que se han acercado durante la semana pasada hasta las inmediaciones del Faro de Ajo y han encontrado la finca cerrada a cal y canto. Finalmente, los trabajos fueron concluidos casi una semana después de lo previsto y la apertura se llevó a cabo el lunes 22. Desde la oficina de Turismo del Ayuntamiento de Bareyo se limitaron a justificar el retraso por "problemas técnicos" que declinaron concretar.