La ermita de San Juan Evangelista, construida en el Siglo XVI y situada en el Barrio de Lurcía de Ajo, presenta una imagen vergonzosa, a pesar de su gran valor histórico y arquitectónico.
Tal y como se puede comprobar en las imágenes adjuntas, en el exterior y junto a la ermita se encuentra tirado un depósito de leche abandonado, estropeando por completo la visión panorámica de este templo.
La imagen en el interior es aun más lamentable, con varios bidones de aceite ocupando y afeando este espacio religioso, que parece más bien un trastero clandestino.
El Ayuntamiento de Bareyo tiene como objetivo desde hace varios años el impulsar el Camino de Santiago a su paso por Ajo. En el marco de ese objetivo se incluyen varias actuaciones, como la rehabilitación del Convento de San Idelfonso o la inclusión del camino por Ajo en la ruta oficial, en detrimento del paso por Güemes y su popular albergue.
Además, en los últimos meses el Ayuntamiento de Bareyo ha colocado varias señales informativas para identificar esta ruta y mejorar la experiencia de los peregrinos y de todos los visitantes en general. Y esas señales conducen a todos ellos a visitar esta ermita de San Juan Evangelista, en la cual también se ha colocado señalización informativa.
Sin embargo, no se puede entender que mientras se destinan tantos recursos al Centro de Interpretación del Convento, la ermita de San Juan Evangelista presenta un aspecto de deterioro y dejadez que indigna a los turistas y muy especialmente a los peregrinos.
El Ayuntamiento de Bareyo debería tomar cartas en este asunto y ser coherente a la hora de poner en valor nuestro patrimonio histórico, cuidándolo y protegiéndolo de manera integral, para que sea realmente atractivo para los visitantes, y no presentar esta imagen tan pobre.
Quizá no sea el lugar más popular y visitado del municipio, pero su valor histórico es indudable y su limpieza y acondicionamiento no supondrían un gran coste para las arcas del consistorio, pudiéndose emplear para ello empleados y recursos municipales. Desde luego, la obligación moral del Ayuntamiento de Bareyo debe ser cuidar y proteger este patrimonio y evitar que se convierta en un trastero particular que espante a los peregrinos.
Ermita de San Juan Evangelista de Lurcía (Ajo, Cantabria)
El actual edificio se asienta sobre los restos de una ermita anterior que ya se cita en el Cartulario de Santa María del Puerto de Santoña en el año 1087. Esta iglesia forma parte del conjunto de una hermosa torre medieval del Siglo XVI. De planta rectangular con ábside semicircular, constituye un edificio neo-románico, en cuyo exterior se conserva una espadaña y un escudo con las armas de los linajes de Güemes y Sota. En el año 1638, la torre, la portalada y la ermita de San Juan Evangelista fueron adquiridos por Pedro Llabad Camino, que la añadió una casona con fachada renacentista. Los maestros canteros encargados de esta obra restauraron la hermosa portalada y añadieron el ábside románico semicircular de la ermita y el cuerpo rectangular que hoy ostenta la iglesia, con una puerta de acceso y dos ventanas abocinadas con derrame hacia el interior y exterior de la ermita. En el interior se encuentra una piedra ade agua bendita semicircular de piedra calear.