El alcalde y los concejales del Ayuntamiento de Bareyo han vuelto a las andadas. No les ha bastado para escarmentar el escándalo de agosto de 2016, cuando celebraron un pleno de sólo un minuto para aprobar un simple trámite burocrático.
Fue un escándalo que ocupó portadas en la prensa regional, que avergonzó a algunos concejales, y que sirvió para que durante unos meses no se repitieran estas prácticas repugnantes.
Ahora todo ha vuelto a la normalidad. Entre el 7 de mayo y el 5 de junio de 2018, el Ayuntamiento de Bareyo ha celebrado tres plenos, y ninguno de los tres ha durado más de cinco minutos, ni en ninguno ha habido más de un punto en el orden del día.
El 7 de mayo se celebró una sesión de sólo dos minutos de duración, que comenzó a las 08:35 y terminó a las 08:37. Acudieron todos los concejales y el alcalde, y el coste total en dietas de este pleno fue de 840€: 120 para el alcalde y 90 euros para ocho de los concejales. En este pleno solo se trató un asunto.
El 16 de mayo se volvió a celebrar otro pleno, en este caso de cinco minutos de duración. Comenzó a las 08:33 y terminó a las 08:38. Acudieron todos los concejales y el alcalde, por lo que el coste fue el mismo: 840€. En este pleno se trató un sólo asunto.
Por último, el pasado 5 de junio se celebró otro pleno de cinco minutos de duración, ya que empezó a las 08:33 y terminó a las 08:38. En esta ocasión faltó un concejal del PP, por lo que el coste total en dietas fue de 750€. De nuevo, un sólo asunto tratado.
En total, 13 minutos de plenos en menos de un mes y 2.430 euros en costes por dietas. Una auténtica barbaridad.
Y un descaro, porque en cada pleno sólo se trata un asunto, ninguno extremadamente urgente, por lo que se podría haber esperado perfectamente y abordar todo en un sólo pleno junto con otros temas que también hubieran podido surgir. Eso es lo que hacen en los ayuntamientos decentes.
Cualquier persona puede apreciar que en el Ayuntamiento de Bareyo se convocan plenos por convocar, sin ningún fundamento, y sin que nadie proteste ni renuncie a sus dietas. En esto sí que hay consenso entre el equipo de gobierno y toda la oposición.
Si calculamos las dietas que percibe cada concejal durante una legislatura, seguro que más de uno se cae de la silla. Más grande sería la caída si se conociera el verdadero trabajo y dedicación de algunos de los concejales: nulo y vergonzoso.
Para este año 2018, el Ayuntamiento de Bareyo ha presupuestado la friolera de 27.000 euros para pagar las dietas de los concejales y el alcalde. ¿Es lógico que los concejales cobren esas dietas por este tipo de plenos, sin sentido alguno, de menos de 5 minutos, convocados a las 8:30 de la mañana?
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Agosto de 2016 |
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