
Asimismo, varios vecinos cuestionaron la legalidad de una medida así. Ayer, domingo 2 de agosto, la entrada a la Finca del Faro de Ajo seguía costando un euro a todos los mayores de 13 años, por lo tanto, tiene visos de mantenerse durante todo el mes de agosto.
Pero este no fue el problema más grave que generó el Ayuntamiento de Bareyo el pasado sábado 1 de agosto. En la primera tarde de sábado del mes con más turistas en Ajo, disfrutando un tiempo soleado y agradable, a pocos minutos de las 20 horas, hora del cierre, la finca se encontraba repleta de gente.
Los operarios del Ayuntamiento decidieron que no era preciso avisar del cierre a las personas que quedaban dentro de la finca a esa hora y optaron por dejarlas dentro. Alucinante. Varias personas, las más jóvenes, no tuvieron problema alguno para salir del recinto saltando un muro, pero el problema fue grave para un matrimonio de personas mayores que tuvieron que recurrir a terceros para poder salir del recinto cerrado.
Desde luego, la imagen que se dio el sábado a los turistas que visitaron la Finca del Faro de Ajo fue bochornosa y lamentable. Cobrar cuando se había anunciado entrada gratuita. Dejar encerrada a la gente y obligarla a saltar un muro. La peor propaganda que se puede llevar un pueblo es el boca a boca tan negativo que los visitantes del Faro de Ajo van a dar a partir de ahora.